martes, 12 de octubre de 2010

Extracciones FAHRENHEIT 451


FAHRENHEIT 451 (1953) Ray Bradbury


Antes que nada, imaginen una sociedad en donde rige la prohibición de leer libros, y a su vez, todos los habitantes estén dominados por los medios de comunicación desde el mismo Estado; y en concordancia, el conformismo esclavizante tenga base en las pantallas de TV del tamaño de las paredes de los hogares. En éste futuro creado por Bradbury, en un mundo posliterario, la función de los bomberos (Guy Montag, el protagonista, es un bombero), es la de incendiar los libros que secuestran de las casas de los últimos lectores sobrevivientes. Aquí, algunas frases rescatadas de este magnifico y profético libro:


• “Fahrenheit 451: temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde.”


• “Luego, como si recordara algo, lo miró con curiosidad y asombro:
-¿Es usted feliz?- le preguntó
-Claro que soy feliz. Por supuesto.
Sintió de pronto que la sonrisa se le borraba. No era feliz. Se lo dijo a sí mismo. Lo reconoció. Había llevado su felicidad como una máscara, y la muchacha había huido con la máscara y él no podía ir a golpearle la puerta y pedírsela.”


• “…Trató de poner una cara que armonizase con las palabras, pero no había cara…”


• “-¿Porqué no estás en la escuela?
-Dicen que soy insociable. No me mezclo con la gente. Es raro… ¿Y sabe una cosa? La gente no habla de nada…”


• “Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar, para que una mujer se deje quemar viva. Tiene que haber algo. Uno no muere por nada.”


• “Y por primera vez comprendí que detrás de cada libro hay un hombre. Un hombre que tuvo que pensarlo. Y a algún hombre le costó quizás una vida entera expresar sus pensamientos…”


• “-Dejame tranquila…
-No necesitamos estar tranquilos. A veces debemos preocuparnos…”


• “La vida es lo inmediato, sólo el trabajo importa. La cremallera reemplazó al botón, y el hombre no tiene tiempo para pensar mientras se viste a la hora del alba, una hora filosófica y por lo tanto una hora melancólica…”


• “Uno siempre teme las cosas insólitas”


• “No aflijamos a los hombres con recuerdos. Que olviden. Quememos, quemémoslo todo.”


• “¿La muchacha? Era una bomba de tiempo. No quería saber cómo se hacen las cosas, sino porqué. Esto puede resultar embarazoso.”


• “No hablo de cosas, señor. Hablo del significado de las cosas.”


• “Los buenos escritores tocan a menudo la vida. Los mediocres la rozan rápidamente. Los malos la violan y la abandonan a las moscas.”


• “El televisor es real…Le dice a uno lo que debe pensar, y de un modo contundente. Ha de tener razón. Parece tener razón. Lo arrastra a uno con tanta rapidez a sus propias conclusiones que no hay tiempo de protestar o decir ¡Que tontería!”


• “¿Pero quién ha escapado a esas garras que se apoderan de uno en el mismo instante en que se enciende la televisión? Le dan a uno la forma que quieren. Es un ambiente tan real como el mundo. Se convierte en la realidad, y es la realidad.”


• “Ayúdese a sí mismo, y si se ahoga muera sabiendo por lo menos que estaba acercándose a la orilla.”


• “…el sólido y terco rebaño de la mayoría. Oh Dios, la terrible tiranía de la mayoría.”


• “Pero el fuego estaba allí,… un fuego extraño, pues significaba para él algo nuevo y distinto. No quemaba, calentaba. Montag vio muchas manos que buscaban ése calor… no había pensado nunca que el fuego pudiese dar, y no sólo tomar.”


• “Unos pocos mentecatos con versos en la cabeza no pueden hacer daño… Ellos lo saben y nosotros también. Todo el mundo lo sabe. Mientras a la mayoría de la población no se le ocurra empezar a citar la Constitución y la Carta Magna, todo andará bien. Basta para eso con la vigilancia de los bomberos.”


• “…odio a un romano llamado Statu Quo…”


• “Llénate los ojos de asombro, vive como si fueses a morir en los próximos diez segundos.”


• “Había un tonto y condenado pájaro antes de Cristo llamado Fénix… Pero cada vez que se quemaba a sí mismo, surgía intacto de las cenizas, volvía a nacer. Y parece ahora como si estuviésemos haciendo lo mismo, una y otra vez. Pero sabemos algo que Fénix nunca supo. Sabemos qué tonterías hemos hecho…, y mientras no las olvidemos, mientras lo tengamos ante nosotros, es posible que un día dejemos de preparar la pira funeraria, y saltar a ella. En cada generación seremos unos pocos más para recordar.”


No hay comentarios.:

Publicar un comentario